Resulta que en los últimos días, poco más de 165 turistas han presentado mordidas de estos animales. Afortunadamente, estas heridas no son de gravedad; sin embargo, provocan un inmenso dolor físico y requieren atención médica.
Así como lo lees. Resulta que a esta conclusión llegó un equipo internacional de investigadores dirigidos por Nikolaus Rajewsky, del Centro Max Delbruck de Medicina Molecular de Berlín, en Alemania.
A través del registro de una “granja de acuacultura”, la Cancillería espera reducir el nivel de riesgo de la totoaba, y cambiar su estatus de “en peligro de extinción” a “vulnerable”
Resulta que investigadores de la Universidad Nacional de Singapur publicaron un estudio en el que hallaron ADN de varias especies de tiburón en peligro de extinción en alimentos para mascotas.
De acuerdo con los expertos, resulta imposible garantizar la supervivencia de los ajolotes liberados, debido a que tanto los canales como el humedal de Xochimilco se recargan de agua tratada, una condición que provoca la mala calidad de la misma.
De acuerdo con los representantes de los tres países europeos, la iniciativa busca mejorar la planificación del espacio marino frente a la creciente presión de actividades humanas en los océanos, a fin de fomentar un uso más sostenible.
El informe, que contó con la participación del Instituto Alfred Wegener, de Alemania, recopila datos de más de 2 mil estudios científicos en la materia a fin de medir el impacto de los plásticos y microplásticos en las aguas del mundo, principalmente en los océanos Atlántico y Pacífico.
El caso más reciente tuvo lugar en el Río San Marcos, ubicado en el estado de Texas, Estados Unidos, el cual es hogar de especies endémicas de la región y que ahora enfrenta una invasión de peces diablo jamás antes vista.
Los investigadores también detectaron que el tejido eréctil que forma al órgano cambia conforme aumenta su edad, una clara señal de que al alcanzar la madurez sexual, el clítoris adquiere un rol funcional.
Mientras los expertos recorrían el sitio a bordo del buque de investigación alemán Polarstern, los nidos se entrelazaban unos a otros, una imagen que se repitió durante las cuatro horas de observación.
