¡Lo cambia todo! Científicos proponen un nuevo árbol evolutivo de aves
A través de un estudio, publicado en la revista Nature, los autores explican que estudiaron el ADN de 363 especímenes
A través de un estudio, publicado en la revista Nature, los autores explican que estudiaron el ADN de 363 especímenes
Liderada por la Universidad de Tokio, Japón, la presente investigación explica cómo el colorido y diminuto herrerillo japonés (Parus minur), agita las alas en un gesto para cederle el paso a su pareja y así pueda entrar antes al nido.
Gullick escribió su nombre en los libros de historia luego de que en 2012 fue la primera persona que logró ver más de 9 mil de las 10 mil 700 especies de aves que se estima existen alrededor del planeta.
Hace aproximadamente ocho meses, una de estas aves fue capturada en los suburbios de Chembur, en la India. ¿La razón? Resulta que las autoridades de aquel país tenían los elementos suficientes para sospechar que se trataba de un espía encubierto.
Resulta que en septiembre de 2022, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acudió al santuario, ubicado en Ixtapaluca, Estado de México, para realizar una inspección, solicitando documentos que los encargados no tenían a la mano.
De acuerdo con el ornitólogo John Murillo, el ejemplar en cuestión pertenece a la especie pájaro mielero (Chlorophanes spiza) y destaca por tener un pelaje azul y verde. Lo interesante aquí es que los machos de dicho espécimen son azules, mientras que las hembras tienen el plumaje verde.
Sin embargo, pese a ser grandes aeronautas, han perdido la capacidad de plegar sus alas a la altura de las “muñecas” y “codos”, por lo que no pueden suspender su vuelo.
Eso fue lo que descubrió un grupo de científicos liderados por Paul-Antoine Libourel, ecofisiólogo del sueño perteneciente al Centro de Investigación en Neurociencia de Lyon, Francia, tras estudiar 14 aves que anidaban en una colonia de la isla Rey Jorge, en la Antártida.
Los resultados del informe que recopila datos del 2022 fueron publicados el pasado martes 21 de noviembre, 15 años después de no haberse realizado, pues el último ejercicio similar data del 2007.
Resulta que un buen día un simpático loro africano que vivía en el Reino Unido decidió expandir sus horizontes y desaparecer por nada más y nada menos que cuatro años, periodo durante el cual perfeccionó sus habilidades lingüísticas.