La imagen de un flamenco aparentemente desangrando la cabeza de otro para alimentar una cría causó gran conmoción en 2018. A partir de ese momento, dicho video se ha viralizado en diferentes ocasiones, impactando nuevamente a muchos internautas. Sin embargo, lo que muchos no saben es que el líquido rojo no es sangre y tampoco brota de una herida.
En el fascinante mundo de los flamencos, el cuidado de los polluelos resulta complejo y vital para la supervivencia de la especie. Y es que estas aves se aseguran que sus pequeños reciban los nutrientes necesarios desde el primer día, mientras permanecen en el nido durante 12 días o hasta que puedan valerse por sí mismos.
Para lograrlo, los ejemplares adultos producen una sustancia conocida como “leche de buche”. Durante la época de cría, pueden secretar ese líquido lechoso a través de glándulas ubicadas en el buche, parte del tracto digestivo de las aves.
De acuerdo con el sitio web del Zoológico de San Diego, en Estados Unidos, tanto los machos como las hembras pueden alimentar al polluelo de esta manera, e incluso aquellos especímenes que no son padres también son capaces de asumir el rol de alimentadores adoptivos.
Flamingos produce red crop milk full of carotenoids to feed their chicks, showing exceptional parenting. If the chicks' consume enough carotenoids their color changes from white to pink as consuming carotenoids is crucial for their health and vibrant plumage.
— Dr. PM Dhakate (@paragenetics) November 21, 2023
Video: SM pic.twitter.com/dELoe7Sprz
Una vez que los flamencos adultos regurgitan la leche de buche, la deslizan hacia el pico abierto de sus bebés para que la tomen, similar a como lo hacen otras aves, entre ellas las palomas, tórtolas y pingüinos.
Respecto al color rojizo del líquido, éste se da debido a los carotenoides, los mismos pigmentos que dan a los individuos mayores su característico tono rosado.