Hasta hace poco, la comunidad científica interpretaba la morfología del pico de los colibríes como una adaptación a la alimentación; sin embargo, tal parece que esto no sucede en todas las especies.
Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Experimental Biology reveló que el colibrí ermitaño verde (Phaethornis guy) desarrolló su pico para ejecutar ataques eficaces durante los combates por territorio en los leks, es decir, aquellos lugares de exhibición y apareamiento.
Empleando modelos tridimensionales y análisis de elementos finitos, el equipo de investigadores conformado por Felipe Garzón, Lucas Mansflied, Kevin Epperly y Alejandro Rico, demostró que los ejemplares masculinos de este tipo presentan una parte más recta, larga y con una punta afiliada similar a una daga.
En ese sentido, los autores plantean que la posición de los machos en el espacio morfológico del pico podría reflejar su estrategia reproductiva en el lek. Mientras que desde el punto de vista evolutivo, dicha característica respalda la hipótesis de que la selección intrasexual, es decir, la competencia entre machos por el acceso a hembras y territorios, ha desempeñado un papel relevante en la evolución del dimorfismo sexual en la especie.