Los búhos son aves rapaces con hábitos muy peculiares y su existencia es más antigua de lo que se cree. Según la Enciclopedia Britannica, existen fósiles que datan del inicio del Paleoceno, hace aproximadamente 65.5 millones de años.
Considerando este dato, no es de sorprender que este animal guarde un significado relacionado a Atenea, una de las deidades más populares de la mitología de la Antigua Grecia.

Acompañando a la existencia humana durante siglos, poco a poco la figura del búho adquirió simbolismo en diversas culturas antiguas. Como la mayoría de las especies de esta ave tienen un comportamiento de caza nocturno, su imagen se asociaba a símbolos de brujería o malos augurios.
Así ocurría, por ejemplo, en la Edad Media, cuando se utilizaban dibujos de búhos como “señales de oscuridad” antes de la llegada de Cristo. Sin embargo, dentro de la mitología griega, se les consideraba “el ave de Atenea”, “la diosa griega de la razón práctica”.
Según expertos, lo anterior se debía a que la imagen del espécimen se vinculaba con la sabiduría, pues se creía que podían presagiar ciertos acontecimientos, sobretodo los mochuelos europeos o mochuelos común (Athene noctua). De hecho, resulta común encontrar tótems de búhos en los templos dedicados a la deidad.