Pez bruja, la extraña criatura que se alimenta de carroña
Se trata de una especie de gusano de piel grisácea que, a simple vista, parece inofensivo y sin ninguna característica que lo haga sobresalir sobre las demás que habitan en los oceános.
Se trata de una especie de gusano de piel grisácea que, a simple vista, parece inofensivo y sin ninguna característica que lo haga sobresalir sobre las demás que habitan en los oceános.
Según palabras de los participantes, gran parte del éxito de este proceso se debió a los habitantes de la zona en la que se liberó al pez tequila, pues fueron los encargados de supervisar la calidad del agua de los ríos y lagos donde se decidió reintroducir a esta especie.
Se trata de un movimiento que la investigación denominó como “ola”, debido a su parecido con la secuencia que realiza el público en mútiples eventos, sobretodo deportivos, la cual consiste en levantar las manos sin moverse de su asiento, creando el efecto visual de una onda que viaja alrededor de las gradas.
Tras un intenso análisis, los expertos pudieron confirmar que se trataba de un ejemplar conocido como Macropinna microstoma, el cual suele habitar más allá de los 600 metros de profundidad y posee un par de ojos tubulares donde la mayoría de peces tienen ojos.
La investigación aporta evidencia definitiva de que el mecanismo de formación de los dedos en humanos y las aletas en los peces deriva de procesos genéticos similares pero estructuras distintas,
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que lleva a cabo recorridos y muestreos para analizar e identificar las causas de la mortandad de peces, al considerarlo un “fenómeno atípico, que no depende de los actuales niveles del embalse”.
Desde peces pequeños hasta cangrejos ermitaños y pulpos fueron vistos sobre las costas, por lo que la fiscalía regional abrió una investigación para determinar la causa.
La razón detrás de que este pez tenga dientes similares a los de nosotros, los seres humanos, se sustenta en su historia natural. Y es que de manera evolutiva, la especie desarrolló esta particular dentadura para poder masticar su dieta omnívora (animales y plantas).
Una nueva investigación de la Universidad de Auckland en conjunto con la Universidad James Cook, ambas de Australia, asegura que la capacidad de recepción de dióxido de carbono del océano está saliéndose de control, provocando que las especies marinas empiecen a padecer afectaciones a nivel físico.
Los paleontólogos del Instituto de Geología de la UNAM encontraron este fósil en la cantera El Chango, ubicada en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas; aproximadamente a 30 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado.