Jóvenes de todo el mundo salen a las calles para exigir frenar el cambio climático
En Alemania, los organizadores estimaron que cientos de miles asistieran a cerca de 400 manifestaciones programadas.
En Alemania, los organizadores estimaron que cientos de miles asistieran a cerca de 400 manifestaciones programadas.
Este pedido fue una de las conclusiones que se llevaron a cabo durante la apertura de la “Primera Semana Medioambiental Iberoamericana”, la cual está organizada por la Secretaría General Iberoamericana y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Un ejemplo claro relacionado con estas problemáticas es Afganistán, un país en el que la sequía extrema ha paralizado casi por completo la producción de alimentos agrícolas y disminuido el ganado, dejando a millones de habitantes hambrientos y desnutridos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 3 millones de personas en la isla están sufriendo las consecuencias de dos sequías extremas consecutivas
Este índice por parte de la UNICEF categoriza a los países en base a la exposición de los menores a situaciones climáticas extremas
El cual reveló, entre otras cosas, que el calentamiento global se está desarrollando de una manera mucho más rápida de lo esperado
A esos factores se le suma también la pandemia de la Covid-19 que, además de las más de 10.000 muertes en Guatemala y 340.857 casos positivos acumulados en 16 meses, ha ocasionado una reducción en la producción apícola de cerca del 27% en el último año.
Si la tendencia climática no se logra revertir en los próximos diez años, el verano podría extenderse hasta por seis meses.
Y es que el cultivo de algas en Japón supone el 23% de la producción agrícola de la nación y se producen 8 mil millones de simientes por año; no obstante, la producción se encuentra actualmente en una situación difícil y en descenso durante los últimos años.
Este raro evento, revelado en un estudio publicado en la revista científica “Geophysical Research Letters”, ocurrió a principios de este año en la plataforma de hielo Amery ubicada en la Antártida oriental y se estima que entre 600 y 750 millones de metro cúbicos de agua se perdieron en el oceáno.