Este fin de semana, el ayuntamiento de Nueva York (Estados Unidos) aprobó una nueva medida que busca prohibir la utilización de gas natural en la mayoría de edificios nuevos, con el objetivo de combatir y disminuir los efectos de gas invernadero y del cambio climático.
La prohibición comenzará a aplicarse a finales de 2023 en todos aquellos edificios que cuenten con menos de siete plantas; y en 2027 para los más altos. Mientras que los hospitales, cocinas comerciales y lavanderías estarán exentas de esta medida.
“Nueva York ha hecho historia. Esta medida es una prueba más de que estamos invirtiendo en un futuro sostenible. Nuestra apuesta sigue siendo proteger la salud pública y terminar con la era de los combustibles fósiles”, escribió el alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, en su cuenta de Twitter.
Por otra parte, la nueva ley explica que, a partir de 2023, los sistemas de calefacción, cocinas y depósitos de agua caliente deberán funcionar obligatoriamente con electricidad obtenida de energías limpias.
De acuerdo con el último informe de consumo nacional de gas natural por parte de la Administración de Energía, Nueva York es el sexto mayor consumidor de este recurso, y que la generación de electricidad en el estado proviene, principalmente, del gas natural, por delante de la energía nuclear y la hidroeléctrica.