Interesante; revelan que las mariposas migratorias tienen una mayor diversidad genética
Para llegar a esta conclusión, la investigación, publicada en la revista Molecular Ecology, analizó el genoma de 97 especies de estos lepidópteros.
Para llegar a esta conclusión, la investigación, publicada en la revista Molecular Ecology, analizó el genoma de 97 especies de estos lepidópteros.
De acuerdo con el artículo publicado en la revista Nature, un equipo de investigadores estadounidenses y franceses llegaron a tal conclusión luego de analizar el comportamiento de un grupo de hormigas asaltantes clonales, pertenecientes a la familia de las Ooceraea biroi.
Luego de observar esta tendencia, el equipo de científicos se dio a la tarea de revisar el acervo histórico. Con estos registros, identificaron un fenómeno alarmante: la esperanza de vida de las abejas se acortó a la mitad en los últimos 50 años.
No obstante, lo que más llamó la atención sobre este hallazgo es que la denominada Leioproctus zephyr cuenta con una parte sobresaliente de su cara parecida al hocico de un perro.
Un ejemplo de ello proviene de un estudio elaborado por científicos de la Universidad Queen Mary de Londres, Inglaterra, que recientemente demostró que los abejorros (Bombus) pueden jugar con ayuda de ciertos objetos.
La edición 2022 del llamado Nikon Small World reconoció a Eugenijus Kavaliauskas por su fotografía ampliada cinco veces, que muestra los detalles del rostro de una hormiga común y corriente, donde destacan un par de ojos pequeños pero amenazantes, así como una escalofriante mandíbula.
Los resultados de la investigación, publicada en la revista iScience, revelaron que los enjambres de abejas melíferas varían la electricidad atmosférica entre 100 y 1000 voltios por metros.
De acuerdo con sus resultados, el total estimado de estos insectos, que han colonizado casi todo el planeta, es de nada más y nada menos que 20 mil billones, lo que se traduce en aproximadamente 2.5 millones de hormigas por humano. Wow.
Resulta que lo anterior es una antigua costumbre en la monarquía británica, a tal punto de formar parte de los protocolos oficiales cuando el rey o reina en curso fallece. Por este motivo, si la mencionada tradición no se sigue al pie de la letra, el apicultor real podría sufrir graves consecuencias.