¡Increíble! Descubren una nueva especie de abeja que es carnívora
El ejemplo más reciente de ello es el de una nueva especie de abeja, la cual ha evolucionado a tal grado de renunciar al polen y preferir la carne de animales muertos.
El ejemplo más reciente de ello es el de una nueva especie de abeja, la cual ha evolucionado a tal grado de renunciar al polen y preferir la carne de animales muertos.
Tras su hallazgo, el ejemplar fue inmediatamente examinado por científicos del Museo de Historia Natural de la Universidad de Georgia, quienes confirmaron que, efectivamente, se trataba de una Trichonephila clavata.
Como recordarás, uno de los personajes principales de la trama es la “Reina Madre”, la hormiga reina de la colonia que tiene una mascota que lleva a todos lados, el inconfundible pulgón “Aphie”.
Mediante el uso de protocolos de acondicionamiento plavoviano, el cual consiste en realizar experimentos con animales mediante estímulos, los expertos entrenaron a los insectos voladores para que respondieran específicamente a los olores de muestras infectadas
Los secretos de estas hormigas arquitectas fueron revelados gracias a un análisis de rayos X en 3D y modelos de computación, los cuales observaron detenidamente la posición y el movimiento de los insectos mientras excavaban.
De acuerdo con la investigación publicada en el portal científico Agencia ID, el increíble hallazgo del fósil data de aproximadamente 435 millones de años.
Con alas negras y cortas, además de un cuerpo peludo que lo diferencia de algunas especies de abejas, los abejorros americanos acostumbran crear colonias con cientos de ejemplares en el suelo, en huecos de los árboles e incluso, en madrigueras de roedores.
Anteriormente, el grupo de investigadores ya tenía algunos registros que indicaban que algunos insectos contaban con átomos de zinc y magnesio en las mandíbulas
De acuerdo con el estudio publicado en la revista Nature por parte de la Universidad de Rockefeller, en Nueva York, únicamente bastó una semana de cuarentena dentro de un tubo de ensayo para que estos insectos mostraran los efectos del aislamiento.
Un total de 14 abejas participaron en el experimento, mismas que fueron entrenadas para identificar el color azul y amarillo como representación simbólica de la suma; azul para la suma y amarillo para la resta.