Desde hace varios días, cientos de medios de comunicación alrededor del mundo enfocaron sus esfuerzos en cubrir, segundo a segundo, el fallecimiento y funeral de la reina Isabel II.
Y es que tras más de 70 años de reinado, la monarca del Reino Unido se despidió del trono. Sus hijos, nietos y súbditos recibieron el pésame; sin embargo, lo que muchos no saben es que, así como los seres humanos que la acompañaron en vida, a las abejas de Isabel II también se les informó de su muerte. Y no, no es broma.
Resulta que lo anterior es una antigua costumbre en la monarquía británica, a tal punto de formar parte de los protocolos oficiales cuando el rey o reina en curso fallece. Por este motivo, si la mencionada tradición no se sigue al pie de la letra, el apicultor real podría sufrir graves consecuencias.
Pero, ¿cómo se enteraron las abejas de este suceso? Como sabemos, estos insectos no tienen cuenta de Twitter, ni tampoco pudieron enterarse viendo los noticieros. Entonces, desde su centro de cuidado en Londres, el cuidador oficial, John Chapple, fue el encargado de comunicarles la triste noticia.
“Con 79 años de edad, Chapple informó a las colmenas, mantenidas en los terrenos del Palacio de Buckingham y la Casa Clarence, sobre la muerte de su majestad”, reportó el periódico británico Daily Mail.
Además de verbalmente decirles que la monarca había muerto, el apicultor real les informó también que su nuevo dueño será su hijo, Carlos III.
“(Chappel) Colocó cintas negras atadas en lazos en las colmenas, esto antes de decirles a las abejas que su ama había muerto y que uno nuevo estaría a cargo de ahora en adelante”, continuó la nota.
Una vez que concluyó el rito, el también presidente de la Asociación de Apicultores de Londres, instó a los ejemplares a ser “buenos” con su nuevo propietario, quien alguna vez se hiciera famoso por hablar con las plantas.
De acuerdo con datos oficiales, poco más de 44 mil apicultores manejan las colmenas de la realeza británica, y cada una de ellas cuenta con, al menos, 20 mil abejas, las cuales trabajan haciendo miel para una de las familias más poderosas de la historia.