Esta semana, la revista Current Biology sorprendió a la comunidad científica luego de publicar el caso de una hormiga reina parásita que demostró una capacidad inédita para manipular a las obreras de una colonia ajena con el objetivo de quedarse con el trono.
Según explicaron los autores de la Universidad Kyushu (Japón), este fenómeno reveló cómo la intrusa se infiltra en el nido, engaña a las obreras mediante señales químicas y, tras ejecutar a la reina, asume el control absoluto del hormiguero.

El primer paso para lograrlo, detallaron, es que la hormiga parásita, perteneciente a la especie Lasius orientalis, adquiera el olor característico de la colonia hospedadora, esto después de interactuar con obreras en el exterior.
Una vez aceptada, ésta localiza a la residente y la rocía con una sustancia química de olor fétido, identificada por los expertos como ácido fórmico, la cual suele emplearse para la defensa contra depredadores; no obstante, bajo este contexto actúa como una señal social engañosa.

“Las hormigas viven en el mundo de los olores. Creemos que las parásitas explotan dicha capacidad para enmascarar el aroma normal de la reina con uno repugnante, provocando así que las hijas, que normalmente protegen a su madre, la ataquen como si fuera una enemiga más”, indicó Keizo Takasuka, autor principal de la investigación.
Finalmente, ya sin ninguna competencia, la parásita comienza a poner huevos y se convierte en la nueva soberana del nido, mientras que las obreras matricidas se encargarán tanto de su cuidado como el de su descendencia.