Un equipo de científicos ha descubierto que los insectos son capaces de producir tanta carga eléctrica atmosférica como una nube de tormenta, lo que demuestra que algunos seres vivos pueden modificar la electricidad atmosférica e incluso configurar fenómenos meteorológicos.
Para llegar a esta conclusión, los especialistas se dieron a la tarea de medir los campos eléctricos cerca de los enjambres de abejas melíferas (Apis mellifera).
“La electricidad atmosférica contribuye a configurar los fenómenos meteorológicos, así como ayudar a los insectos a encontrar alimento”, señala Ellard Hunting, biólogo de la Universidad de Bristol, Inglaterra, y autor principal del estudio.
“Siempre nos fijamos en cómo la física influía en la biología, pero en algún momento nos dimos cuenta de que este campo también podía relacionarse con la física”, agregó.
Los resultados de la investigación, publicada en la revista iScience, revelaron que los enjambres de abejas melíferas varían la electricidad atmosférica entre 100 y 1000 voltios por metros.
Tomando en cuenta esta información, el grupo de expertos desarrolló un modelo que puede predecir la influencia de otras especies de insectos.
“El modo en que los grupos de insectos influyen en la electricidad atmosférica depende de su densidad y tamaño”, comentó por su parte Liam O´Reilly, coautor del trabajo.
“Por ejemplo, logramos calcular la influencia de las langostas en la electricidad atmosférica porque, dado que forman enjambres a gran escala, con un tamaño de 460 millas cuadradas y 80 millones de ejemplares en menos de una milla cuadrada, su influencia es probablemente mucho mayor que la de las abejas”, concluyó.