Localizado en la ciudad de Culiacán, el Santuario Ostok muy pronto será el nuevo hogar de 10 descendientes de los hipopótamos de Pablo Escobar.
Desde Antioquia, Colombia, los animales viajarán por avión con destino a Sinaloa, en una operación que rondará los 450 mil dólares, financiada por el rescatista y propietario del lugar, Ernesto Zazueta.
Una vez en tierras mexicanas, estos especímenes marinos viajarán tomando la carretera hasta tomar el desvío que lleva a la sindicatura Jesús María, lugar donde se escondían los hijos de otro famoso narcotraficante: Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Aunque todavía no hay fecha oficial para su ansiada llegada, personal del Santuario Ostok ya comenzó a construir el estanque en el que vivirá la decena de hipopótamos que, lamentablemente, representan una amenaza para la fauna y ecosistema de aquel país sudamericano desde finales de los años 80.
De hecho, la reproducción sin control de la especie ha sido motivo de polémica entre las autoridades y organizaciones colombianas, pues su asentamiento dentro de un lugar que no era suyo provocó un importante desequilibrio ecológico.
Pese a lo anterior, Zazueta confía en que traer 10 individuos no provocará el mismo problema de sobrepoblación, pues ellos vivirán en un recinto cerrado acondicionado y cuidadores. Además, no podrán ser visitados, ya que Ostok permanece cerrado al público para garantizar una rehabilitación efectiva y sin estrés.
De esta manera, la polémica manada se unirá a “Freddy”, el único hipopótamo que habita el santuario de más de 100 hectáreas rodeadas de árboles secos entre cerros.