Este fin de semana pasado, la orilla de la playa Quintana Beach, en Texas, Estados Unidos, presentó una imagen por demás desoladora.
Y es que miles de peces aparecieron muertos, mientras que algunos otros saltaban en busca de un poco de oxígeno, esto ante la mirada de bañistas y habitantes locales, quienes no pudieron hacer nada para salvarlos.
Inmediatamente, autoridades locales llevaron a cabo la recolección de ejemplares. Una vez terminada, el acceso a la playa quedó prohibido al público en general y la bandera roja comenzó a ondear.
Al respecto, el equipo de Kills and Spills de Parques y Vida Silvestre de Texas informó que este lamentable episodio se debió al bajo nivel de oxígeno disuelto en el mar, propiciado por las altas temperaturas registradas en los últimos días.
“Las muertes masivas de peces como esta son comunes durante el verano, cuando aumentan las temperaturas”, señaló el departamento a través de un comunicado.
“Las variaciones diarias en la concentración de oxígeno disuelto se atribuyen a la fotosíntesis y la respiración aeróbica”, explicó.