Un equipo de investigadores pertenecientes a la Universidad Estatal de Arizona (ASU), en colaboración con el Departamento de Vida Silvestre y Pesca de Luisiana, reveló que los caimanes son capaces de regenerar su cola, y que, además, esta función les otorga una ventaja funcional en su hábitat acuático.
El hallazgo se realizó gracias a una tecnología avanzada de imágenes, las cuales mostraron que los caimanes, en especial los más jóvenes, poseen la capacidad de regenerar sus colas hasta en un 18% de la longitud total de su cuerpo, de forma similar a como lo hacen reptiles mucho más pequeños.
Asimismo, los especialistas descubrieron que estas nuevas colas son estructuras complejas, es decir, cuentan con un esqueleto central compuesto de un cartílago rodeado de tejido conectivo que está entrelazado con vasos sanguíneos y nervios.
“Lo que hace que el caimán sea interesante, además de su tamaño, es que la cola que ha vuelto a crecer muestra interesantes signos, tanto de regeneración, como de cicatrización dentro de la misma estructura”, comentó Cindy Xu, autora principal del estudio recientemente publicado en la revista Scientific Reports.
“El recrecimiento de cartílago, vasos sanguíneos, nervios y escamas fue consistente con estudios previos de regeneración de cola de lagarto de nuestro laboratorio. Sin embargo, nos sorprendió descubrir tejido conectivo en forma de cicatriz, en lugar de músculo esquelético en la cola de caimán que ha vuelto a crecer”, explicó.
Los caimanes, las lagartijas y los seres humanos pertenecen a un grupo de seres vivos con columna vertebral llamados amniotas. El reciente hallazgo, sumado a estudios previos sobre la capacidad de los lagartos para volver a crecer sus colas, proporciona una nueva información importante sobre el proceso de regeneración en la clasificación animal más amplia de amniotas.
Finalmente, Xu y el resto de los investigadores esperan que sus resultados ayuden a descubrir nuevos enfoques terapéuticos para reparar lesiones y tratar enfermedades como la artritis.