Utilizando cámaras 3D y técnicas de análisis biomecánico, la Universidad de Monash (Australia) realizó un innovador estudio sobre cómo las serpientes dominan a sus presas ejecutando un ataque fulminante.
A diferencia de trabajos anteriores, en esta ocasión el equipo involucrado capturó en videos los ataques de 36 especies venenosas, representando a las tres principales familias: víboras, elápidas y colúbridos.

El experimento tuvo lugar en Venom World, un laboratorio especializado ubicado en París (Francia). Ahí, los investigadores construyeron una arena experimental donde alojaron diferentes ejemplares, destacando serpientes de cascabel occidentales (Crotalus atrox); víboras de nariz roma (Macrovipera lebetinus); y víboras de la muerte de escalas rugosas (Acanthophis rugosus).
Ante cada una de ellas, el grupo presentó un cebo especial parecido a una presa, y así pudiera observar reacciones naturales y medir con precisión la forma en que cada animal atacaba.

Tras una serie de pruebas, el estudio arrojó interesantes resultados. A continuación, compartimos los más relevantes:
- Las víboras son auténticas velocistas. Se lanzan sobre su presa a más de 4.5 metros por segundo, clavando sus colmillos como si fuesen agujas en el objetivo.
 - El 84% de los especímenes analizados lograron impactar en menos de 90 milisegundos, un tiempo más rápido que la reacción de muchos mamíferos asustados.
 - Las elápidas prefieren tomarse su tiempo, acercándose lentamente para después abalanzarse y morder a sus presas repetidamente, ejecutando una mordida prolongada y liberando el veneno con una calma impresionante.
 - Las colúbridas tienen los colmillos ubicados más atrás que en otras familias, lo que les obliga a tomar impulso para atacar desde mayor distancia. Una vez que atrapan a su víctima, la retienen entre los dientes y la agitan lateralmente para maximizar la inyección del veneno.