Según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), publicado el pasado 19 de marzo, los principales indicadores del cambio climático han alcanzado niveles sin precedentes, como las concentraciones récord de gases de efecto invernadero. Derivado de ello, las consecuencias se han vuelto más graves y afectan a distintas zonas del planetas: desde el calentamiento de los océanos hasta el registro de temperaturas extremas y sequías en diferentes regiones.
El mundo animal, por su parte, también resiente esta situación, pues cada vez más las especies se ven obligadas a abandonar sus hábitats originales en busca de aquellas condiciones que necesitan para sobrevivir.
Uno de los casos más interesantes es el de las serpientes venenosas, cuyo comportamiento se está viendo influido por la migración climática. Informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y artículos de la revista científica The Lancet Planetary Health & Nature, indican que estos reptiles son muy susceptibles a la crisis, respondiendo negativamente a los cambios térmicos y pluviométricos, especialmente en relación con sus procesos reproductivos, generando una necesidad migratoria para muchos de ellos.
En tanto, un grupo de científicos de Brasil, España, Alemania y Costa Rica realizaron una investigación para analizar cómo y por qué el cambio climático podría causar movimientos drásticos en las poblaciones de serpientes venenosas de muchos países, sobretodo aquellas que habitan en el continente africano.
Tras cartografíar un total de 209 especímenes y someterlas a predicciones del cambio climático sobre los cambios en sus hábitats, los autores indicaron que, probablemente, migrarán a otros territorios, en busca de entornos que sigan siendo adecuados para ellas después del año 2070.
Sin embargo, los resultados obtenidos también advirtieron que de agravarse la situación, podrían acabar desplazándose a naciones de otros continentes, lo cual cambiaría la dinámica de la biodiversidad y la atención sanitaria pública.