Durante una expedición por el desierto de Gobi, en Mongolia, un grupo de paleontólogos encontró lo que, hasta ahora, es la garra de dinosaurio más grande del mundo. Sin embargo, lo mejor del caso es que la extremidad, que cuenta con dos dedos, está totalmente preservada.
En un artículo para la revista iScience, Darla Zelenitsky, líder del equipo, explicó que la vaina de ambos dedos está intacta. Hecha de queratina, el mismo material que las uñas, la vaina también reveló que la garra era mucho más larga que los huesos subyacentes.
Respecto a su tamaño, la especialista precisó que mide casi 30 centímetros. Por tal motivo, es, por mucho, la garra más grande que se conserva de un dinosaurio con vaina queratinosa.
En la misma publicación, Zelenistsky y el resto de colegas indican que la extremidad pertenece a una especie de dinosaurio poco conocida, cuyo nombre científico es Dounychus tsogtbaatari, en honor al paleontólogo mongol Khishigjav Tsogtbaatar, y significa “dos garras” en griego.
Para la comunidad científica, dicho ejemplar aún resulta todo un misterio, pues a simple vista parece una extraña mezcla de perezoso y jirafa con filosas garras que recuerdan al protagonista de la película “El Joven Manos de Tijera” (1990).
“Dounychus tsogtbaatari pertenecía a un grupo de dinosaurios de aspecto peculiar conocidos como terizinosaurios, que formaban parte de la familia de los terópodos, cuyo miembro más destacado era el T. Rex. Sin embargo, los terizinosaurios eran herbívoros u omnívoros, no superdepredadores”, subrayó Zelenitsky.
“Un ejemplar promedio solía medir alrededor de 3 metros de altura y pesar más de 200 kilogramos. En su día a día, probablemente utilizaba las garras curvas para alcanzar la vegetación”, añadió.