Los murciélagos son seres nocturnos que llevan sobre sus espaldas el estigma de ser considerados como animales indeseados; sin embargo, una mujer de Polonia no está de acuerdo con lo anterior y decidió convertir su hogar en un refugio para darle una segunda oportunidad a estos incomprendidos mamíferos.
Barbara Gorecka, apodada cariñosamente como la “Bati-mamá”, tiene un gran amor hacia los murciélagos, pues según ella, son criaturas muy amistosas, sociales e inteligentes.
Su historia con estos animales voladores comenzó hace 16 años, cuando la mujer jubilada observó que de los conductos de ventilación de su apartamento salieron varios ejemplares a causa del extremo frío de enero, por lo que decidió proporcionarles ayuda inmediata.
Desde aquel inesperado instante, Gorecka ha recibido en su pequeño domicilio, de 60 metros cuadrados ubicado en la ciudad polaca de Scezecin, a cerca de mil 600 ejemplares.
“Recibo sobretodo a murciélagos agotados, aquellos que se han despertado debido al ruido de los fuegos artificiales o por un golpe de calor cuando llega la primavera. Pierden tanta energía que no pueden volar”, comentó la “Bati-mamá”.
Vale la pena mencionar que Gorecka no sólo se dedica a cuidar murciélagos en mal estado, pues cada cierto tiempo ofrece charlas educativas a niños en diferentes escuelas locales, con las que espera aprendan a cuidar y dignificar sus vidas.