Los gatos a veces parecen venir de otro mundo; y es que su resistencia y forma tan peculiar de evadir a la muerte nos hacen creer que estos animales domésticos resultan prácticamente inmunes a las dolencias por las cuales atraviesan el resto de las especies.
Sin embargo, la realidad nos indica todo lo contrario, pues los llamados michis también son vulnerables a enfermedades comunes. Conócelas a continuación:
-Virus de Inmunodeficiencia Felina: Conocido popularmente como el “SIDA” de los gatos, este padecimiento se contrae mediante relaciones sexuales, placenta, lactancia, y el contacto con la saliva o sangre de un ejemplar enfermo.
Entre sus síntomas destaca la fiebre, pérdida de apetito y agrandamiento de los ganglios linfáticos.
Desafortunadamente, hoy día todavía no existe la cura para este problema de salud, sólo tratamientos. De no ser efectivos, el virus puede alcanzar un grado severo y fatal para la vida del gato.
-Enfermedades del Tracto Urinario Inferior de los Felinos: Por sus siglas ETUIF, este grupo de enfermedades afectan al 3% de los gatos atendidos. Si bien las causas pueden ser diversas, factores como el sobrepeso y el estrés ocupan un lugar importante en la proliferación de los casos.
-Intoxicación: Bien reza la frase “La curiosidad mató al gato”, y la prueba más fehaciente de ello es la intoxicación, cuyo descuido podría provocar la muerte del mismo.
En caso de que el espécimen presente vómito, convulsiones, sangrado y problemas para respirar, lo recomendable es llevarlo con un veterinario lo antes posible.