Un equipo de científicos británicos, estadounidenses y ecuatorianos ha descubierto un inmenso, antiguo y puro arrecife de coral en las profundidades de las Islas Galápagos.
Localizado en la cima de un monte submarino no cartografiado a 400 y 600 metros bajo el agua, el arrecife se extiende por varios kilómetros cerca de las islas Santa Fe y San Cristóbal.
Según palabras de Stuart Banks, oceanógrafo y miembro del grupo, los corales que conforman la presente estructura subacuática tienen probablemente miles de años de crecimiento, y por su similitud con una media luna, han decidido nombrarla como “Cacho de coral”.
“`El Cacho de coral´ es el primer registro de un arrecife de aguas profundas que ha sobrevivido en estado puro por miles y miles de años, pues en otras partes del mundo, el fondo marino se encuentra muy afectado por la pesca industrial”, señaló el experto.
Pese a que los especialistas lograron recorrer poco más de un kilómetro del arrecife, creen que éste podría ser mucho más extenso y albergar una alta biodiversidad viva. Aunado a ello, los corales fósiles también hallados servirán para estudiar las condiciones del mar hace miles de años.
“Todas las comunidades que hemos encontrado son distintas y diferentes de lo que tenemos registrado en las Islas Galápagos. Últimamente se está abriendo un nuevo hábitat nunca antes visto y seguramente vendrán consigo muchos años de investigación para saber qué más hay”, concluyó Banks.