A mediados de esta semana, el Pleno del Senado aprobó en lo general, un dictamen que busca revertir el impacto ambiental que genera el mal manejo de los residuos plásticos.
Con 76 votos a favor, uno en contra y tres abstenciones, se aceptaron las reformas a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
Sin embargo, en las últimas horas la reconocida organización ambientalista, Greenpeace, lamentó la reciente aprobación en el Senado mexicano, debido que, a su entender, las reformas representan un “retroceso” en la prohibición de plásticos de un solo uso.
Mediante un comunicado, la ONG con sede en Ámsterdam (Países Bajos), señaló que el dictamen significa “un retroceso” porque “es menos ambicioso” que las legislaciones estatales, ya que se “incluye una definición de plásticos de un solo uso que dejan fuera a prácticamente todos los productos plásticos”.
Greenpeace puso como ejemplo que no se consideran plásticos de un solo uso aquellos utilizados por motivos de higiene o para la preservación de alimentos, porque la reforma establece que se pueden reciclar.
En ese sentido, la organización insiste en que un plástico de un solo uso “es tal por su diseño para ser desechable, no por si idealmente puede aprovecharse”.
Asimismo, criticó que la reforma promueve, indirectamente, la incineración de recursos para convertirlos en energía que, a su juicio, incentiva el consumo de plásticos.
“Esta reforma es muy peligrosa porque no soluciona el problema de raíz, ya que para frenar la contaminación de este material se debe reducir su producción y consumo. Debemos avanzar hacia esquemas de distribución de productos basados en la reutilización, no en lo desechable”, argumenta el escrito.
Finalmente, Greenpeace hizo un llamado a los diputados a que no aprueben el dictamen en los términos que se encuentra actualmente, ya que su aceptación significaría “un gran retroceso y una gran afectación al medio ambiente y la población en general”.
Según cifras de distintas organizaciones, en México cada familia en promedio desecha 650 bolsas de plástico al año, las cuales tienen un tiempo útil de 15 minutos, mientras que para su degradación se necesitan, como mínimo, 100 años.