Desplegando un enorme ticket de aproximadamente 24 metros de altura en un edificio de Acapulco, Greenpeace denunció el costo del impacto de fenómenos meteorológicos en México ocurrido como consecuencia del cambio climático durante la última década.
Según se aprecia en la factura, la organización ambientalista estima el daño en más de 177 mil millones de pesos y responsabiliza a las empresas pertenecientes a la industria de combustibles fósiles, advirtiendo que dicha cifra la están pagando las comunidades más vulnerables de nuestro país.
Cabe mencionar que, después de colocar la gigantesca manta en el edificio La Fortaleza, actualmente abandonado tras los daños ocasionados por el huracán Otis (2023), Greenpeace explicó mediante un comunicado que este es sólo un símbolo del abandono que sufre hasta el día de hoy Acapulco junto con otros estados como Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí a causa de las inundaciones derivadas de lluvias extraordinarias.
“El gobierno mexicano debe destinar más recursos para la mitigación y adaptación climática, toda vez que la factura del cambio climático no debe seguir recayendo en la población, sino en las industrias responsables de la contaminación”, precisó.