Este lunes, Greenpeace anunció que abrirá una delegación en Portugal, y lo hizo con la llegada del “Arctic Sunrise” a Lisboa, un barco concebido en los años 70´s para la caza de focas, pero que ahora ha sido reconvertido para el activismo ambiental.
De acuerdo con la organización internacional, Portugal es un país clave para proteger el océano, toda vez que tiene la mayor superficie marítima de todos los Estados Miembro de la Unión Europea (UE). Sin embargo, también reconoció que necesita ayuda, pues cada año sufre más incendios, los cuales resultan devastadores y se ven agravados por el cambio climático.
Precisamente, estos dos temas son los que más preocupan a la ciudadanía lusa, según las consultas hechas por Greenpeace durante los últimos meses sobre la emergencia climática.
“Uno de nuestros objetivos consiste en guiar a Protugal para actuar ante estos fenómenos. De igual manera, trabajaremos con el equipo del grupo en España para abordar asuntos transfronterizos, como aquellos relacionados con los ríos y la costa, así como la sequía que comparten ambas naciones”, declaró Toni Rosario, representante de Greenpeace Portugal.
En ese sentido, reveló, una de las primeras peticiones de la organización al gobierno portugués será la ratificación del Tratado Global de los Océanos de la ONU, que tiene el objetivo de declarar como área protegida, al menos, el 30% de la superficie de alta mar antes del año 2030.