Investigadoras del Instituto de Ingeniería y del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM estimaron que el cascajo derivado de los edificios colapsados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 ascendió a 106 mil toneladas.
Las especialistas Flor Hernández-Padilla y Marisol Anglés desglosaron el dato de que, según la extinta Agencia de Gestión Urbana (AGU), el sismo produjo 55 mil metros cúbicos, lo que equivaldría a llenar 7 mil 800 camiones de volteo de 7 metros cúbicos de capacidad.
En tanto, identificaron que, dependiendo del material, la capacidad de reciclaje existente supera el 100 por ciento de las toneladas estimadas, por lo que propusieron un marco regulatorio para mejorar el proceso de recuperación del material y así evitar tiros clandestinos.
"De acuerdo con la AGU, el volumen de edificios colapsados alcanzó 54 mil 908 metros cúbicos (...) el peso fue de 106 mil 949.8 toneladas. Por otro lado, el volumen de edificios programados para demolición alcanzaron 121 mil 810 metros cúbicos (237 mil 261.5 toneladas)", refiere el estudio.
Asimismo, calcularon la proporción de posibles componentes de los inmuebles colapsados, incluyendo electrodomésticos, materiales constructivos, objetos personales y hasta cuerpos de animales de compañía, señalando un volumen estimado de 424.16 kilos de objetos de casa, lo que representa un volumen de 10.17 metros cúbicos.
Además, en el estudio publicado en marzo las académicas de la UNAM propusieron un proceso de identificación y reciclaje de este tipo de residuos, cuya disposición irregular es un problema que se incrementó aún desde antes del sismo.