Hoy día, proteger el medioambiente y defender los derechos humanos son tareas de alto riesgo en Latinoamérica, que tan sólo el año pasado contabilizó 257 muertes violentas, traducidas en el 80% de casos a nivel mundial, lo cual evidencia que esta región es la más peligrosa para resguardar el planeta.
Bajo ese contexto, la ONG Front Line Defenders (FLD) publicó un informe de análisis global, donde reveló los 5 países más peligrosos para desempeñar el activismo ambiental.
Según este reporte, México ocupa el segundo puesto del listado con 32 víctimas mortales, debido, entre otros factores, a un “racismo sistémico que permea el sistema de justicia penal” y afecta a defensores de los pueblos indígenas con arrestos arbitrarios y penas de prisión tan severas que muchas veces se consideran como “cadena de perpetua mundial”.
Lo anterior, explican los autores, limita el derecho de los activistas a defender tanto sus intereses como sus derechos colectivos; por ejemplo, la protección a sus espacios naturales.
El resto del top 5 lo completan Colombia en primer lugar con 157 víctimas; Guatemala en tercero con 29; Brasil en cuarto con 15; y Perú con 9.