Los árboles urbanos influyen directamente en las temperaturas de las ciudades, haciéndolas desde 2 hasta 4 veces más frías que aquellos espacios verdes sin árboles, reveló una investigación encabezada por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, en Suiza.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron datos satelitales sobre las temperaturas de la superficie terrestre y la cubierta vegetal de 293 ciudades alrededor del mundo.
Liderados por Jonas Schwaab, los autores explican en su artículo publicado en la revista Nature Communications que si bien, se sabe que los árboles influyen en las temperaturas, su eficacia para mitigar el calor urbano en diferentes contextos climáticos es “impresionante pero no se ha estudiado lo suficiente”.
Así, basándose en datos de alta resolución, el grupo de investigadores se dio a la tarea de analizar el potencial de los árboles urbanos para conseguir ciudades más frescas, comparando diversos factores como las diferencias de temperatura entre las zonas urbanas con árboles, los espacios verdes sin estas plantas y las zonas rodeadas de edificios.
De igual manera, calculó las diferencias de temperatura de las superficies terrestres entre los pastos rurales, los bosques rurales y los espacios edificados, también conocidos como tejidos urbanos.
Tras meses de investigación, los autores descubrieron que los espacios verdes urbanos sin árboles resultan, en general, menos eficaces al momento de reducir la temperatura de la superficie terrestre, y su efecto de enfriamiento es claramente menor que el provocado por las plantas de gran tamaño.
Además, el enfriamiento durante las diferentes estaciones del año muestra un claro patrón regional. Por ejemplo: en ciudades al sur de Europa, como Córdoba (España), y de Turquía, como Gaziantep y Antalya, el fenómeno en primavera es mayor que el que ocurre en verano. Por el contrario, en todas las demás ciudades, el enfriamiento es más alto durante la época estival.