El primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, ha declarado el “estado de emergencia humanitaria” en todo el territorio nacional debido a la persistente sequía que actualmente está golpeando al país y que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), afecta a 2.6 millones de habitantes.
Mediante un video en su cuenta de Twitter, el ministro confirmó esta situación tras una reunión con su gabinete celebrada el pasado martes para analizar el problema de la falta de agua.
“Hago un urgente llamado a todos los somalíes, empresarios, líderes religiosos y la comunidad internacional para que realicen esfuerzos a fin de disminuir significativamente el sufrimiento de los afectados por la sequía”, señaló Roble.
Durante el comunicado, el mandatario también enfatizó que el país “está en una situación desesperada debido a la gravedad de esta situación”.
Y es que de acuerdo con la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, el país ubicado en el Cuerno de África se encuentra experimentando un empeoramiento de la sequía después de tres temporadas de lluvias fallidas de manera consecutiva, y corre el riesgo de sufrir una cuarta temporada de escasez de precipitaciones a finales del presente año.
Por si fuera poco, la falta de acceso a agua potable y salubre, junto a las deficientes instalaciones de higiene y saneamiento, han provocado un aumento en el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por dicho líquido, como lo son la diarrea acuosa aguda, cólera y sarampión.