Tiburones, caracoles y más: Expedición deja al descubierto 866 especies bajo el océano
Para lograr tal hazaña, la organización movilizó a 800 centíficos de más de 400 instituciones
Para lograr tal hazaña, la organización movilizó a 800 centíficos de más de 400 instituciones
Cabe recordar que antes de este descubrimiento, el cual tuvo lugar en el Alto Ártico, el característico colmillo del también llamado “unicornio del mar” era considerado todo un enigma
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nature reveló que las tortugas bobas (Caretta caretta) no sólo utilizan el campo magnético de la Tierra para desplazarse, sino que también memorizan señales específicas asociadas con ubicaciones geográficas donde anteriormente encontraron alimento.
Hoy día, existen miles de casos registrados acerca de esta interacción; sin embargo, uno de los más extremos acaba de ser documentado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), quienes en el Atlántico Norte lograron captar una increíble matanza que terminó con millones de vidas en alta mar.
El incidente, grabado por el propio padre del chico de 24 años, ha sorprendido al internet en las últimas horas, toda vez que la víctima no presenta ningún tipo de lesión.
Estas cifras fueron publicadas por el Museo de Historia Natural de Florida, Estados Unidos
Sin embargo, esta situación acaba de cambiar, luego de que en las últimas horas comenzara a circular una imagen que muestra el primer avistamiento de un pez diablo negro vivo cerca de la superficie, esto en la costa de Tenerife, España.
Según explicó el Acuario de Shreveport, el huevo eclosionó a principios de enero pasado en un tanque que contenía dos tiburones hembra, sin rastro de algún espécimen del sexo opuesto. Por si fuera poco, ninguno de los peces que podrían haber puesto huevo había tenido contacto con un macho durante los últimos tres años.
Esta increíble historia tiene como protagonista a un ejemplar de atún rojo (Thunnus thynnus), al que se le había colocado una GPS con el propósito de rastrear sus movimientos en el mar. Sin embargo, inmediatamente su inusual trayectoria atrajo la atención del equipo.
En la actualidad existen varias teorías. Algunas apuntan que las nueve especies de mantarrayas diablo, como también se le conoce, saltan para deshacerse de parásitos