¡Increíble! Hallan en el Ártico los fósiles más antiguos de un dinosaurio marino
Ahora, unos fósiles que datan de hace 250 millones de años, los cuales fueron desenterrados en el Ártico, arrojan sorprendentes datos sobre su aparición.
Ahora, unos fósiles que datan de hace 250 millones de años, los cuales fueron desenterrados en el Ártico, arrojan sorprendentes datos sobre su aparición.
Conocido como el “lagarto acorazado del Cretácico”, el anquilosaurio (Ankylosaurus magniventris) contaba con un órgano especial, el cual le permitía soltar chirridos similares al de un pajarito.
Según informó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de aquel país, la evidencia fue encontrada cerca de unas rocas que datan de hace 70 millones de años en la Formación Chorrillo, localizada en la provincia de Santa Cruz.
No obstante, a pesar de que, efectivamente, fue uno de los principales depredadores de su era, también es probable algo insospechado: los T Rex pudieron ser tan inteligentes como los primates modernos.
Uno de los primeros científicos en plantearse una situación similar fue el paleontólogo Dale Russell, quien en los años 80 propuso un experimento mental
Bautizado como Epapatelo otyikokolo, este nuevo lagarto volador se caracteriza por tener un par de alas que miden 5 metros cada una y habitar en zonas específicas de África, América, Asia, Australia y Europa.
Recientemente en este sitio, un grupo de paleontólogos de la Universidad de Reading, Reino Unido, desenterró un esqueleto de hadrosaurio (Hadrosauridae), también conocido como dinosaurio pico de pato, con restos de piel fosilizada auténtica.
El también especialista del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas señaló que el reptil en cuestión, de 1.5 metros de largo, seguramente podía caminar sobre sus patas traseras, además de contar con una fila de armaduras del cuello hasta su cola, y una cresta ubicada en la parte inferior de la mandíbula.
Es una muestra de que el trabajo conjunto entre comunidades, gobierno y ONG´s tiene grandes resultados. Este es tan sólo el inicio, debemos seguir trabajando juntos para que podamos garantizar la conservación de los recursos”, concluyó.
El ejemplar, bautizado como Meraxes gigas, medía poco más de 11 metros de largo y contemplaba una longitud total del cráneo de casi un metro y medio acompañado de ornamentadas crestas, protuberancias y pequeños cuernos.