Durante la era de los dinosaurios, los ictiosaurios fueron un exitoso grupo de reptiles marinos que, gracias a sus enormes dimensiones, lograron prosperar durante muchos años. No obstante, sus orígenes siempre habían sido un tanto misteriosos.
Ahora, unos fósiles que datan de hace 250 millones de años, los cuales fueron desenterrados en el Ártico, arrojan sorprendentes datos sobre su aparición.
Los investigadores a cargo del proyecto aseguran haber hallado los restos del ictiosaurio más antiguo en la actualidad, que vivió alrededor de 2 millones de años después de la peor extinción masiva de la Tierra, misma que puso fin al Periodo Pérmico y extinguió cerca del 90% de las especies.
De acuerdo con un comunicado emitido por la Universidad de Uppsala (Suecia), los especialistas encontraron un total de 11 vértebras pertenecientes a la cola, lo cual indica que el ejemplar medía poco más de 3 metros de largo.
Cabe mencionar que, al igual que las ballenas y otros linajes de reptiles marinos, los ictiosaurios evolucionaron a partir de antepasados que caminaban sobre el suelo y pasaron por una transición de tierra a mar.
Tomando en cuenta lo anterior, los autores pensaban que cualquier ictiosaurio que habitó hace 250 millones de años tendría una forma primitiva, no muy alejada de sus antepasados terrestres. Sin embargo, los recientes fósiles mostraron que el presente ejemplar, al cual aún no se le otorga un nombre científico, resultaba bastante avanzado anatómicamente hablando.
“Las implicaciones de este hallazgo son múltiples, pero lo más importante es que indica que el antepasado transicional del ictiosaurio debió aparecer mucho antes de lo que se sospechaba”, señaló Benjamin Kear, líder de la investigación.