En total, los encargados del SAAS, que ya tiene la autorización a la manifestación de impacto ambiental, contemplan hundir 7 buques, 3 aeronaves, 3 piezas de artillería y un vehículo anfibio.
Para llegar a esta conclusión, los científicos examinaron más de 40 años de datos de vigilancia de estas estructuras subacuáticas ubicadas en aquel país centroamericano, que representan uno de los conjuntos de datos más largos alrededor del mundo.
Para llegar a este alarmante resultado, el equipo internacional de científicos liderado por Samantha Sherman, de la Universidad Simon Fraser, Canadá, utilizó la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y evaluó el riesgo de extinción de las 134 especies de tiburones y rayas asociadas a dichos ecosistemas.
Utilizando imágenes satelitales, un equipo internacional de científicos, liderado por el geólogo Matej Lipar, de la Academia de Ciencias y Artes de Eslovenia, descubrió una forma de relieve antigua, la cual consiste en un anillo elevado circular de unos mil 300 metros de ancho con una cúpula en el centro, y que fue denominada como Llanura de Nullaerbor.
El encargado de supervisar el buen uso de los fondos e identificar las áreas prioritarias de inversión será el doctor Osmond Martínez, especialista en medioambiente, quien trabajará en conjunto con el Ministerio de Economía y el Ministerio de Turismo de Belice.
La Riviera Maya, ubicada en la costa del estado mexicano de Quintana Roo, es visitada por más de 15 millones de turistas al año.
Los estudios iniciaron gracias a unas imágenes tomadas por un fotógrafo submarino, mismas que se hicieron virales en distintas plataformas sociales durante el pasado mes de abril.
Todo comenzó con los corales, cuyo color desapareció y se convirtió en un blanco pálido. Se dice que el síndrome blanco ha afectado a más de la mitad de las 40 especies de coral que hay en esta zona.
Estas estructuras hacen más por el planeta que el simple hecho de brindar belleza a los océanos, protegen las costas de los efectos de los huracanes y mantienen vivo el ecosistema marino.
Dichos dispositivos se emplean en el mundo para crear hábitats adicionales destinados a los organismos acuáticos y los peces locales.
