Bajos niveles de la capa de ozono ártica preocupan a científicos
Así lo dio a conocer el último boletín sobre el invierno boreal elaborado por el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS)
Así lo dio a conocer el último boletín sobre el invierno boreal elaborado por el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS)
Así lo dio a conocer este miércoles el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), del Programa Espacial de la Unión Europea, que a su vez informó que los demás indicadores utilizados habitualmente para hacer un seguimiento a esta zona, como la superficie total, también han estado cerca del promedio que en los años anteriores a 2024.
En la presente investigación, el equipo del Centro y Vuelo Espacial Goddard se dio a la tarea de analizar un aumento en esta franja de gas, el cual registró las más altas cifras desde 1980.
En ese sentido, los autores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y la Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera (Estados Unidos) indicaron en su trabajo que la producción de esas sustancias dañinas está contemplada como una excepción en el Protocolo de Montreal, diseñado para luchar contra la crisis climática.
Por medio de un comunicado, el grupo de asesores científicos del Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional que entró en vigor en 1989 con el objetivo de eliminar aquellos químicos que dañan la capa de ozono, informaron que el 99% de las sustancias prohibidas han dejado de ser utilizadas, situación que está permitiendo la recuperación de la también llamada ozonosfera.
En ese sentido, detallan, este orificio no sólo tardó más de lo habitual en cerrarse, sino que también fue relativamente grande.
Este 2021, la evolución del agujero de ozono “parece ser similar a la del año pasado”; sin embargo, los últimos registros indican que éste “ha crecido considerablemente” durante las dos semanas recientes, por lo que ahora es mayor que el 75% de los agujeros en esa fase de la temporada desde 1979.
El grupo internacional de investigadores ha demostrado una vez más los profundos impactos que han dejado las actividades antropogénicas en el planeta, que no se limitan a la línea visible, sino que impactan de lleno en aspectos masivos y globales de la Tierra. Tan sólo hace unos meses, una investigación mostró cómo el calentamiento global está cambiando el eje terrestre.
Según el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copernicus, la capa de ozono y su hoyo ubicado en el ártico sufrió una reducción significante que llevó a que se cerrara.
Tras varios años de reportes acerca de que la capa de ozono se estaba recuperando gracias a ciertas medidas implementadas a nivel mundial, la realidad es muy distinta: el agujero en la capa de ozono de la Antártida es de los más grandes y profundos de las últimas décadas.