La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) investiga la razón por la que el oso que interactuó con paseantes en el Parque Chipinque, en Nuevo León, fue castrado.
El procedimiento fue realizado, pese a que se trata de una especie considerada en peligro de extinción y protegida por el Programa de Acción para la Conservación de la Especie: Oso negro americano (Ursus americanus).
"La procuradora federal de Protección al Ambiente ha ordenado que se investigue el por qué de la decisión de castrar al ejemplar, para lo que se ha solicitado la remisión de las constancias documentales que la sustenten", señaló.
La institución recordó los protocolos activados para trasladar al oso a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de la entidad y efectuarle estudios rutinarios. Señaló que, de acuerdo con Elva Griselda Garza, encargada de la delegación de la Profepa en el estado, se tomó la decisión de castrar al ejemplar debido a su "comportamiento errático" y para su seguridad y de la población.
"El coordinador del Laboratorio de Fauna Silvestre de la Facultad, Rogelio Carrera Treviño, consideró que, debido al comportamiento errático del oso que había vuelto en varias ocasiones a alimentarse con basura en la zona urbanizada de San Pedro Garza García, por su seguridad y la de la población, era necesario que se le practicara una orquiectomía bilateral (castración)", precisó la dependencia.
El procedimiento, informó, ocurrió antes de su traslado y liberación en la Sierra de Nido en Chihuahua, y contó con la autorización del director general de Inspección y Vigilancia de Vida Silvestre, Recursos Marinos y Ecosistemas Costeros de la Profepa, Martín Vargas Prieto.