En un nuevo intento para reducir los ataques de osos pardos, el Gobierno de Rumanía planea imponer multas costosas a quienes alimenten a estos animales.
Luego de que en días recientes un turista italiano de 48 años fuera hallado muerto con mordeduras de oso, esto en la carretera de los Cárpatos, las autoridades rumanas analizan sancionar con hasta mil 200 euros a aquellos que intenten interactuar con estos mamíferos de gran tamaño.
Aunado a lo anterior, están por comenzar campañas para sensibilizar a la población y a los viajeros para que mantengan cerradas las ventanillas de sus automóviles cuando atraviesen zonas boscosas; no abandonen restos de comida; no acampen fuera de zonas habilitadas; y, ante posibles encuentros con osos, reaccionen de manera calmada y sin hacer movimientos bruscos.
Según datos oficiales, actualmente Rumanía alberga una población de osos pardos de aproximadamente 12 mil ejemplares.