En ese sentido, la vasta región en el extremo norte del planeta se inclinará hacia un régimen de precipitaciones anuales dominado, cada vez más, por las lluvias.
Estos y demás datos alarmantes figuran en un informe actualizado del AMAP, publicado con motivo de una reunión ministerial del Consejo del Ártico, el cual reunió en Reikiavik a los países pertenecientes a la región polar.
Con anterioridad se creía que a medida que el cambio climático avanzara hacia el Ártico, este se volviera menos hostil para el surgimiento de ecosistemas verdes.
En su obra, el autor expone que el “futuro del planeta está en manos de Groenlandia”. Esto se debe a que este territorio es el principal contribuyente para el incremento en el nivel del mar, y de esta forma controlar el tiempo meteorológico.
Este efecto es completamente natural, siempre que, al cabo de un par de meses, la disminución de la temperatura que trae consigo el otoño provoque el restablecimiento del hielo.
El retorno del rompehielos “Polarstern” del instituto alemán Alfred-Wegener trajo consigo información muy valiosa, pero al mismo tiempo devastadora sobre el cambio climático.
Para funcionar, los buques queman combustibles fósiles, por lo que emiten dióxido de carbono (CO2) y carbono negro, dos de los principales gases de efecto invernadero que contribuyen a exacerbar la crisis climática.
Los orígenes de los incendios son difíciles de determinar, pero los investigadores piensan que algunos de los primeros fueron "incendios zombis".
Timothy Bartholomaus, glaciólogo de la Universidad de Idaho, es uno de los investigadores dedicados a este fenómeno.
