En primera instancia, la agencia apunta a que la subida de los niveles de metano procede, principalmente, de áreas tropicales con zonas pantanosas, donde el calentamiento global acelera la descomposición de materia orgánica.
Y es que ante la inminente erosión provocada por el aumento del nivel del mar, la bahía de San Diego ha llenado su línea costera de ostras. En ese sentido, los científicos locales esperan que dicha medida ayude a mitigar los estragos causados por el calentamiento global.
El fenómeno, explican, se produce cuando se juntan tres factores: la marea astronómica, el viento de siroco y la presión. No obstante, en los últimos años, esta situación ha tomado por sorpresa a los habitantes de la ciudad.
Los resultados del estudio, publicado en la revista The ISME journal y elaborado por el Mediterranean Institute of Oceanography (MIO) de Francia, representan un gran cambio de paradigma, pues hasta hace poco se desconocía que estos microorganismos eran capaces de llevarse consigo cantidades de dióxido carbono (CO2) una vez que mueren y se hunden.
Para llegar a esta conclusión, el reporte titulado “Protegiendo a la gente y al planeta” encuestó a un total de 998 urbes alrededor de todo el mundo, demostrando así que el 80% sufre fenómenos climáticos extremos y éstos amenazan al 70% de su población.
De lo contrario, advierte, existe el riesgo de que el cambio climático, el aumento de fenómenos meteorológicos extremos y el estrés hídrico afecten nuestra seguridad energética.
Según explica Anne-Claire Binter, investigadora de ISGlobal, respirar aire contaminado de niño afecta la conectividad estructural del cerebro, que es la existencia de fascículos o tractos de sustancia blanca que conectan a diferentes regiones del órgano.
Raúl Vera Noguez, director de Protección del Ambiente de la máxima casa de estudios, dio a conocer que se cuenta con cuatro captadores de agua pluvial
Lo anterior supone cerca de un 35% de su valor de mercado entre 2016 y 2021. Por comparación, la industria de la carne tuvo un costo medioambiental del 33% de su valor de mercado durante el mismo periodo, mientras que el de la producción de petróleo o gas natural superó el 40%.
Ante este escenario, el experto cree que si se reducen las emisiones de dióxido de carbono y se protege el clima, en el mejor de los casos, se podría salvar un tercio del volumen total de los glaciares suizos. De lo contrario, el país habrá perdido todo para finales del presente siglo.
