A poco más de tres meses con pérdidas económicas derivadas de la emergencia sanitaria por COVID-19, 15% de los 300 000 empleos directos que genera el sector restaurantero se encuentra en riesgo de perderse, debido al cierre de establecimientos que no podrán soportar la crisis económica.
“Cada día se nos complica más, cada día son pérdidas abrumadoras y la posibilidad de muchos negocios para no poder abrir. Del 20 de marzo al 30 de mayo tenemos registradas pérdidas por más de 12 mil millones de pesos”, expresó Gabriel Mancilla, representante de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en el Estado de México.
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Recordó que al 30 de mayo, se habían perdido ya 10% de los negocios, y al extenderse las actuales medidas restrictivas hasta junio, llegarán a 15%.
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Asimismo, Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Estado de México (Asbar), enfatizó que los bares y centros nocturnos tienen aún mayores problemáticas, pues mientras los restaurantes perciben ingresos del 10 al 15%, ellos no perciben ninguno y aún ven lejana su reapertura, ya que esto sólo podrá ocurrir cuando el semáforo de riesgo pase a color verde.
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“La incertidumbre está apremiando en nuestro gremio, el cual también es bastante importante. Son cerca de diez mil negocios, y por el número de meses cerrados, y seguimos agregando, posiblemente muchos ya no reabrirán y también se perderán todos esos empleos”, expresó.
A pesar de que, dijo, han privilegiado mantener las plazas otorgando parte de la nómina a sus colaboradores por medio de acuerdos para no herirlos sin remuneración, los micro y pequeños negocios ya muestran dificultades para continuar pagándoles.