El impacto económico que causa la emergencia sanitaria por COVID-19 sigue generando pérdidas que ya han llevado al cierre de al rededor de 10 mil unidades económicas dedicadas a la venta de alimentos y bebidas en el Estado de México, de seguir las limitaciones a sus ventas, el gremio estima que para diciembre o enero próximos la cifra podría duplicarse.
Mauricio Massud Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en el Valle de Toluca, señaló que al mes de octubre el gremio en la entidad acumuló una pérdida de 25 mil millones de pesos y cerca de 50 mil fuentes de empleo.
Durante el 2019, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), refería que en la entidad había 76 mil negocios con venta de alimentos en el Estado de México.
El representante del gremio refirió que aún estiman meses complicados por lo que para aminorar las pérdidas es necesario avanzar en el semáforo de riesgo epidemiológico para lograr mayores aforos, pues es insostenible para muchos negocios operar con bajos ingresos o con pérdidas.
Por ello, insistió en la importancia de reforzar los protocolos de seguridad e higiene dentro de los establecimientos y que la sociedad en general los respete para cortar las cadenas de contagios.
Aunque precisó la mayoría de los afiliados a la cámara están comprometidos con el cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas, reconoció hay quienes han vulnerado los protocolos por lo que los llamó a ser 100 por ciento responsables, “ya se tuvo meses para la adaptación y adquisición de insumos, ahora es reforzar medidas y que las cumplamos”, dijo.
Para dar seguimiento destacó que trabajan en coordinación con la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coprisem), así como con para garantizar que las inspecciones sean completamente legales.