Tras una semana de la reapertura económica en el Estado de México, en la que comercios y prestadores de servicios pudieron reabrir sus puertas luego de tres meses de cierre debido a la pandemia del nuevo coronavirus, la respuesta de los consumidores ha sido lenta, pues a pesar del aumento en la movilidad, el consumo no ha sido proporcional.
A decir de Laura González Hernández, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México, el temor que aún persiste entre la población y la falta de liquidez por parte de muchas familias son causales del bajo consumo desde el pasado 6 de julio, día en que inició la reapertura, aún en color rojo del semáforo de riesgo epidemiológico.
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En el Centro Histórico de la capital mexiquense, más de 70% de los comercios levantó cortinas, y aunque a decir de Alejandro Rayón Montes de Oca, presidente del Patronato Procentro Histórico de Toluca, aún deben de esperar para conocer la cifra de negocios que no sobrevivirán, aunque no serán la mayoría, pues muchos se esforzaron por mantenerlos vivos.
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Pese a que el consumo aún es limitado, al igual que el aforo (30% de la capacidad), destacó que lo que buscan y esperan es una recuperación paulatina, pero sobre todo segura: “Poder reabrir las cortinas fue en sí un llamado a la esperanza, a la fe y al trabajo”, dijo.
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Entre el sector restaurantero, el aforo registrado esta semana fue escaso, aunque empezaron a llegar comensales, lo que genera optimismo en el gremio: “Cualquier cosa que entre es mejor que cero”, expresó Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de la entidad. Para los hoteleros mexiquenses, la estimación de demanda también irá aumentando poco a poco; el sector turismo de negocios fue el que más movimiento presentó, con un incremento del 3% en ocupación. En el caso de los destinos turísticos como los Pueblos Mágicos, arrancaron ya con algunas reservaciones.