Todos los días, Araceli llega muy temprano a la Central de Abasto de Toluca. Ella, a diferencia de quienes vienen a este lugar a comprar frutas y verduras, espera pacientemente en el área de la basura, donde separa de entre los desperdicios los chiles, tomates, cebollas, coliflores, brócolis y papas que encuentra en mejores condiciones para llevarlos a casa. Y es que lo que para algunos es basura, para ella y su familia se convierte en su alimento diario.
"Trato de llegar temprano, porque los que recogen en tambos la basura de las naves vienen, la dejan, y entonces comienzo a separarla. Por eso le digo que no todo es basura, porque muchas cosas vienen buenas".
Poco a poco llegan los tambos; de inmediato, Araceli se acerca y comienza a buscar las cosas que le servirán para cocinar hoy.
"Quito de encima todo lo que se ve mal, porque luego echan lo bueno en medio. Lo pongo en una bolsa aparte, porque también de aquí llevo la comida para mis puercos, así me ahorro unos centavos para no comprar alimento; también para las gallinas".
Araceli comenta que muchas personas la ven mal por estar recogiendo la basura, sin embargo, dice, nadie conoce la situación de cada una de las familias que buscan entre lo que ya no sirve para tener una oportunidad de comer.
Actualmente, en el Estado de México, más de tres millones 600 mil personas registran carencias alimentarias; el principal factor es la pobreza extrema por la que atraviesan.
Alberto Canul Juárez, director del Banco de Alimentos, señaló que en la entidad mexiquense se desperdicia una cantidad importante de alimentos, principalmente de los que proceden del campo: "Según cifras de la UNESCO, se desperdician 1 300 millones de toneladas de alimentos. En México, el mayor porcentaje de alimentos desperdiciados corresponden a la cadena productiva del campo, con más del 30%".
Canul Juárez señaló que, derivado de la pandemia sanitaria del coronavirus, el número de personas en pobreza extrema en el Estado de México aumentó, sumando 400 000 personas a las que ya estaban incluidas en las estadísticas: "En estos seis meses de pandemia, hemos ayudado a gran parte de las personas que han estado con nosotros porque tienen carencias alimentarias; han sido 17 000 familias a las que les hemos repartido más de 45 000 despensas".
Refirió que, diariamente, poco más de 12 toneladas de frutas y legumbres, que suman 50 toneladas a la semana, son rescatadas de zonas como la Central de Abasto. Finalmente, precisó que cada quincena el Banco de Alimentos atiende a poco más de 145 000 mexiquenses con carencias alimentarias en la zona poniente de la entidad, lo que equivale a más de 4% de la población que se encuentra en esta situación.