La vacuna contra la influenza del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) se agotó rápidamente debido a la alta demanda para la temporada invernal 2020-2021. En cerca de dos semanas, fueron aplicadas 900 mil dosis de las 940 mil que llegaron como primer lote por parte del Gobierno federal, que ahora es el encargado de surtir a las entidades.
Ante la alta demanda, las autoridades estatales realizaron las gestiones necesarias para agilizar un nuevo surtido de vacunas, mismas que se recibieron el día de ayer, y que a partir de la próxima semana estarán disponibles para su aplicación. Se trata de un lote con más de 800 mil dosis, informó el médico Jaime Contreras Sánchez, jefe del departamento del ISEM.
Contreras recordó que la influenza es una enfermedad que afecta principalmente a los grupos vulnerables, por lo que, aunque no está mal que la población general busque acceder a la vacuna, llamó a dar prioridad a quienes se encuentran en mayor riesgo de contagiarse.
Los grupos prioritarios son: menores de cinco años, adultos mayores de sesenta años, mujeres embarazadas, personas con VIH, personas con enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes, así como el personal de salud. Además, se dará prioridad a pacientes con asma, bronquitis o algún padecimiento respiratorio o enfermedad pulmonar (EPOC): “Pedimos que, como sociedad, demos prioridad a que ellos se vacunen primero”, dijo.
El número total de vacunas por parte del ISEM asciende a un total de 3 millones 400 mil dosis, a las que habrán de añadirse las que aportarán otras instituciones, y que podrían llegar a sumar más de 5 millones. Sin embargo, esta cifra no alcanza para cubrir ni a la tercera parte de la población mexiquense; de ahí el énfasis en dar prioridad a dichos grupos.
La población que no logre tener acceso a la vacuna, enfatizó, podrá seguir otras medidas de prevención que la emergencia sanitaria por COVID-19 ya enseñó: uso de cubrebocas, lavado de manos constante, evitar contacto con personas enfermas, evitar saludo de mano, entre otras, las cuales también ayudan a evitar otras enfermedades respiratorias.
Además, recomendó evitar cambios bruscos de temperatura, consumir agua y alimentos de temporada ricos en vitaminas A y C.
