Cada noche, millones de murciélagos salen de sus refugios y surcan el aire en grupos densos, generando una impresionante escena que plantea una interesante cuestión: ¿cómo logran estos animales evitar choques masivos mientras vuelan juntos a grandes velocidades y en entornos ruidosos?
El desafío que enfrentan estos mamíferos al intentar orientarse en un mar de señales acústicas superpuestas, conocido como “Cocktail Party Nightmare” (Pesadilla de cóctel, por su traducción al español), ha sido motivo de estudio durante años. Y es que a pesar de la aparente “cacofonía” creada por sus propios llamados de ecolocalización, los murciélagos siempre logran viajar sin causar accidentes mortales entre ellos.
Recientemente, este fenómeno fue abordado por un equipo de investigadores del Instituto alemán Max Planck de Comportamiento Animal, cuyos hallazgos se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Según los autores, los murciélagos pueden enfrentar este reto gracias a una habilidad única, la cual realiza un ajuste dinámico en su comportamiento y estrategias de ecolocalización, que a su vez les permite desplazarse de manera eficaz en grandes grupos sin la necesidad de una respuesta deliberada contra la interferencia acústica.
Para llegar a esta conclusión, el grupo analizó decenas de vuelos utilizando un modelo sensoriomotor, que simuló cómo estos animales reciben y procesan los ecos, con las decisiones motoras que adoptan en función de esa información, como el modificar su trayectoria de vuelo.
De esta manera, se percataron que a pesar de que el 94% de las llamadas de ecolocalización se ven “bloqueadas” por las emisiones de otros individuos al salir de la cueva o refugio, logran reducir esto y así evitar accidentes.
“Los murciélagos son capaces de maniobrar con suavidad y evitar colisiones, incluso en altas densidades, sin aplicar una respuesta de evitación de interferencias…Nuestro enfoque representa un avance importante respecto a trabajos previos, ya que permitió examinar tal comportamiento en el contexto natural de la especie, algo que no se había hecho antes”, resaltó Omer Mazar, coautor del estudio.