En un nuevo intento para hacerle frente al cambio climático, el gobierno de Canadá tomó una interesante decisión: derramar 500 litros de un tinte líquido color rosa sobre las aguas de la bahía de Halifax, ubicada al este del país.
El experimento, que contó con la ayuda de científicos y estudiantes de la Universidad de Dalhousie, tuvo como resultado una llamativa mancha rosada, la cual se extendió por toda la costa, sorprendiendo a los transeúntes, y desapareciendo posteriormente.
Según las autoridades, el objetivo de este curioso acontecimiento no fue otro que luchar contra el calentamiento global, esto al probar una novedosa forma de crear un superconductor a temperatura ambiente. Para ello, utilizaron un líquido especial, mismo que contiene partículas nanométricas que se alinean bajo la influencia de un campo magnético.
Al verter dicha sustancia en el agua, esperaban producir un anillo superconductor, el cual fuera capaz de transportar electricidad sin resistencia ni pérdida de energía.
Ya en la práctica, el líquido rosado se mantuvo visible por algunas horas, hasta que su concentración se fue disipando gradualmente en la bahía Bedford.
“Este método, llamado mejora de la alcalinidad oceánica (OAE), es uno de varios que se están estudiando ante la necesidad de lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el año 2050”, describe un comunicado oficial.
“En caso de funcionar, la sustancia potenciaría la capacidad del océano para capturar y almacenar dióxido de carbono hacia la atmósfera”, continúa.