El escenario de la cumbre, Pragati Maidan, fue inaugurado apenas en julio pasado con un presupuesto de 330 millones de dólares y abarca una superficie de casi 500 mil metros cuadrados.
Para hacerle frente a esta situación, Dan Lert, miembro de Transición Ecológica de la capital francesa, recomendó modificar su arquitectura, vegetalizar masivamente y quitar un 40% del asfalto.
También se afirma que las autoridades tienen el deber de preservar los derechos infantiles frente al cambio climático, causado por las actividades económicas y/o empresariales.
A través de esta estrategia, la empresa buscará transitar de la mitigación a la regeneración, con nuevos modelos de negocio que la conviertan en sustentable desde el diseño.
Según el primer ministro nipón, Fumio Kishida, se llegó a un acuerdo con Tokyo Electric Power, empresa propietaria de la central, para garantizar la seguridad del proceso y por ello tomaron la decisión de iniciar lo más pronto posible.
Impulsada por la Coordinación de Ecología, esta iniciatia se llevará a cabo en predios particulares, escuelas, espacios urbanos y de instituciones públicas, y en zonas forestales que han sido gravemente afectadas debido a los incendios forestales ocurridos durante la temporada pasada de estiaje.
Este logro histórico responde al acuerdo presidencial por el que se instruye al Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur) y a la Semarnat declarar como Áreas Naturales Protegidas predios con alto valor ambiental
De acuerdo con el Departamento de Estado, las urbes representantes de Latinoamérica son: Cartagena y Cali (Colombia), Fortaleza y Manaos (Brasil), Mérida y Hermosillo (México), Rosario (Argentina), Ambato (Ecuador), Renca (Chile) y ciudad de Guatemala.
Por medio de un comunicado, el Instituto Oceánico Schmidt, que tiene como líder a la bióloga marina Monika Bright, detalló que el nuevo sistema biológico se encuentra en la región de la Dorsal del Pacífico Oriental, y fue resultado de una expedición de 30 días sobre las fuentes hidrotermales de aquel lugar.
Liderada por el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, esta cita se produce en un momento en el que el bosque amazónico atraviesa una grave crisis, producto de los altos índices de deforestación, minería ilegal, acoso hacia pueblos originarios e incluso una creciente presencia del narcotráfico.
