La sabana tropical brasileña, tan biodiversa como ignorada, se ha convertido en los últimos años en la principal víctima de la deforestación. Tan sólo en 2023, el área afectada por la tala subió un 44%, significando el tercer aumento anual consecutivo y el mayor desde que empezaron los registros en 2018.
Según datos oficiales, entre 2019 y 2022, bajo el gobierno de Jair Bolsonaro, este ecosistema concentró el 40% de la deforestación que hubo en Brasil y en la actualidad menos de la mitad mantiene la vegetación nativa.
A pesar de no contar con árboles de 40 metros de altura como la Amazonía, la sabana brasileña es una de las regiones más biodiversas del mundo, siendo el hogar de más de 12 mil especies de flora y fauna, destacando palmeras y jaguares.
Además, al estar ubicado sobre los mayores acuíferos del continente y ser la fuente de varios ríos amazónicos, este sitio es considerado el “tanque de agua” de Brasil.