Justicia convenenciera
Coalición sin palabra de honor
Indiferentes ante altos niveles de contaminación
- La justicia no es ciega, libera a quienes pueden pagar fianzas millonarias y deja en la cárcel a quienes se robaron un pan. Mientras cientos de internos candidatos a preliberación o al cambio de medida cautelar no pueden abandonar el penal porque las autoridades arguyen insuficiencia de brazaletes electrónicos, al ex alcalde de Toluca el beneficio le costó un millón de pesos y dejó el penal apenas en unas horas después de su autorización. Él se quejó de estrés y ansiedad, mientras dentro miles padecen alguna enfermedad crónico-degenerativa y no tienen acceso a atención médica especializada o medicinas suficientes. Así como él, sin sentencia, muchos internos llevan años en espera. La justicia no es ciega, es convenenciera y, peor aún, tampoco parece justa.
- No es que los partidos emergentes merezcan todas las candidaturas que los mayoritarios les ofertan en una alianza, pero de eso a no respetar los acuerdos de distribución de candidaturas hay una gran diferencia. Jurídicamente no hay falta, los tiempos electorales aún dan cabida a los cambios en los convenios de coalición y candidaturas comunes. Es, sin embargo, una falta ética, una violación a la palabra empeñada. Puede que ahora sí el PRD tenga razón de sentirse despojado porque PRI, PAN y NAEM se distribuyeron 40 candidaturas que ya le habían dado, independientemente de si tiene o no la fuerza electoral para respaldarlas que, ese, es tema de otra discusión.
- Más vale que los mexiquenses nos vayamos acostumbrando a este ambiente apocalíptico de cielos grises porque ante lo irreversible del calentamiento global y la omisión de las autoridades de todo el planeta para poner un alto a las grandes industrias contaminantes, poco podremos hacer los ciudadanos comunes. No vale si los unos toman conciencia, pero los otros, los más contaminantes, no, y tampoco contribuyen. Sí, el cambio climático, pero, sobre todo, la irresponsabilidad humana que se creyó en derecho de usufructuar todo lo que hay en la Tierra sin cuidarla ni retribuirle.