El costo de la calcomanía, la cual está marcada con las iniciales del grupo delincuencial, con el apellido del presunto líder o bien la ruta, les cuesta al sector transportista desde mil hasta los 100 mil pesos.
Estos sujetos se refugiaban en el municipio de Ocoyoacac, su forma de operar era extorsionar a los ciudadanos, tras realizarles un préstamo sus víctimas tenían que pagar intereses sumamente exagerados e incluso eran amenazados de muerte en caso de negarse a seguir pagando.
El fenómeno, admitió, ocurre ya en diversos municipios de la entidad, pero la falta de respuesta de las autoridades lleva a los ciudadanos a pagar “derecho de piso” y solo cuando llegan a un punto de crisis recurren a manifestaciones como las de hace unos días.
De acuerdo con empresarios, las cuotas que solicitan por unidad mensualmente son mil pesos, además de recibir los mensajes intimidatorios con amenazas en contra de familiares y de los propios dueños de las empresas.
Existen versiones que el aserradero es propiedad del ex alcalde y ex diputados José Rangel Espinosa, del cual, a decir de los trabajadores no ha hecho presencia, aunado a la quema de un inmueble propiedad de la alcaldesa *Ana María Vázquez y del módulo de la policía estatal.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional, de enero a junio incrementaron hasta en un 50 por ciento, principalmente en los municipios cómo Ecatepec, Toluca, Nezahualcóyotl, Naucalpan de Juárez y Tlalnepantla de Baz.
En el caso de los comerciantes las extorsiones son vía telefónica, sujetos se hacen pasar cómo miembros de organizaciones delincuenciales cómo la Familia Michoacana y Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes les exigen "cuotas" que van de los 700 a 3 mil pesos.
Los transportistas señalan como responsables a un par de sujetos a quienes se les ha iniciado varias carpetas de investigación por los delitos de extorsión y lesiones, sin embargo, no han podido ser detenidos.
Enrique Aparicio, de la Asociación de Colonos y presidente del Consejo Coordinador Empresarial Industrial Nacional destacó que son muy molestos.
Las víctimas por lo regular son personas que llegan a un nuevo estado a trabajar o residir, ya que al desconocer la inseguridad del lugar, caen fácilmente en este tipo de extorsiones que derivan en un secuestro.
