¡A un paso de desaparecer! La UNAM pronostica el fin de los ajolotes en Xochimilco
Tristemente, lo anterior no ha sido suficiente para que estos pequeños y viscosos animales se alejen de su estado de peligro en extinción.
Tristemente, lo anterior no ha sido suficiente para que estos pequeños y viscosos animales se alejen de su estado de peligro en extinción.
Mediante sus redes sociales, el complejo ubicado en la Ciudad de México informó que este simpático animalito llegó directamente desde el Museo Nacional del Ajolote para que los visitantes puedan saludarlo e incluso presumir una foto del recuerdo.
Y es que de acuerdo con un artículo publicado por el diario Daily Mail, los ajolotes figuran en la lista de las 5 mascotas exóticas más buscadas en el Reino Unido para esta próxima Navidad.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que estos animales y su hábitat se encuentran en peligro de extinción. Por este motivo, distintas instituciones buscan preservarlos mediante donativos.
Hoy en día, nuestra entidad cuenta con la presencia del ajolote de montaña (Ambystoma altamirani), el cual suele vivir en los municipios de Jilotzingo, Nicolás Romero y Chapa de Mota.
Y es que tras largos años de permanecer en la lista roja de especies en peligro de extinción, el Ambystoma mexicanum, como también se le conoce, ha hecho lo posible por no desaparecer; sin embargo, dicho riesgo aún está latente y el ajolote todavía necesita toda la ayuda que se pueda para subsistir.
Gracias a que forma parte de la riqueza de la cultura mexicana desde la época prehispánica, es endémico y, tristemente, se encuentra en peligro de extinción, se declaró el 1 de febrero como el Día Nacional del Ajolote.
La investigación estuvo liderada por la Universidad de Zhejiang y contó con el apoyo de la Unidad de Genómica Avanzada (UGA-Langebio), perteneciente al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav).
De acuerdo con los expertos, resulta imposible garantizar la supervivencia de los ajolotes liberados, debido a que tanto los canales como el humedal de Xochimilco se recargan de agua tratada, una condición que provoca la mala calidad de la misma.